La Presidencia Pro Tempore del Paraguay rinde tributo a la firma del Tratado de Asunción, piedra angular del Mercado Común del Sur (MERCOSUR), al conmemorarse hoy el 33° aniversario de este acontecimiento trascendental en la historia de la integración regional de los países del Cono Sur.
Tras más de tres décadas de integración regional, la Presidencia Pro Tempore del Paraguay insta a una reflexión serena para definir el futuro del proceso de cara a los nuevos desafíos del siglo XXI. Se hace imperiosa la necesidad de poner en práctica las lecciones aprendidas y atender a los requerimientos que exigen a la región una efectiva integración física, una eficiente conectividad digital, un firme compromiso con la facilitación del comercio, con la agilización del comercio transfronterizo y con la incorporación de nuevas modalidades comerciales, para que el MERCOSUR responda cabalmente a los intereses de las sociedades que la conforman.
El Paraguay reafirma su compromiso con la integración regional y reconoce la necesidad de consolidar los logros alcanzados y avanzar hacia mayores niveles de desarrollo económico, de convergencia estructural efectiva y de bienestar para los pueblos del MERCOSUR.
El 26 de marzo de 1991 los mandatarios de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay estamparon sus firmas en el Acuerdo Fundacional con la firme visión de conformar un espacio económico ampliado mediante la integración de los mercados nacionales, inspirados en el paradigma del regionalismo abierto.
A lo largo de las más de tres décadas, el bloque regional ha demostrado su importancia para el incremento del comercio intrarregional, las iniciativas de integración productiva y los esfuerzos de armonización normativa y procedimental.
El Tratado consignó ritmos diferenciados para el Paraguay en el programa de liberalización comercial y reconoció las particularidades de su economía. Posteriormente, el Protocolo de Ouro Preto de 1994 definió aspectos neurálgicos de la estructura institucional de sus órganos con capacidad decisoria y dotó al bloque de personalidad jurídica internacional.
En el plano externo, se han desarrollado vínculos conjuntos plasmados en Acuerdos de Complementación Económica con los países de la ALADI; de libre comercio y preferencias arancelarias con países y diversas regiones del mundo, en un marco de marcado equilibrio entre los intereses de los diferentes sectores y las oportunidades comerciales reales.
Desde sus inicios, el MERCOSUR propugnó objetivos como la interconexión de sectores complementarios de manera a establecer cadenas regionales de valor, a mejorar la interconexión logística y de infraestructura, a ampliar las dimensiones de los mercados nacionales guiados por los principios de gradualidad, flexibilidad y equilibrio.
La coyuntura política de Estados Partes fundadores se vio plasmada en el Preámbulo del Tratado de Asunción y sentó las bases para una unión cada vez más estrecha entre sus ciudadanos. El MERCOSUR nace con unos propósitos y principios que conllevan a la libre circulación de bienes, servicios y factores productivos, una política comercial común, la coordinación de políticas macroeconómicas y sectoriales, y el compromiso de armonizar los marcos normativos, cimentado en la reciprocidad de derechos y obligaciones entre los Estados Partes.
Desde la óptica paraguaya, el objetivo medular ha sido incorporar en el núcleo del proceso comunitario un pilar orientado a la reducción de las asimetrías. En este sentido, el Fondo para la Convergencia Estructural del MERCOSUR (FOCEM) se constituyó en una herramienta útil para la reducción de las asimetrías y ha financiado proyectos esenciales para el desarrollo nacional, como obras de infraestructura vial, energética, habitacional y productiva.